25 feb 2023

Valoración de las exposiciones - Semana 6

 Durante estas últimas semanas, mis compañeros estuvieron exponiendo los temas que habían escogido sobre el teatro. Pienso, sinceramente, que con este tipo de exposiciones se aprende mucho, no solo del tema que eliges, sino del resto. 

Personalmente, me gustó mucho la exposición de Sara Arias, pues me resultó interesante y entretenida, además de que, como también dijo Luisa, su expresión oral resulta increíble. Tiene una manera de expresarse que hace que la entiendas diga lo que diga y se la ve muy segura cuando expone. También me gustó mucho la exposición de Valentina, quien también se expresa muy bien, y además su exposición me resultó muy interesante. Otra exposición que me llamó la atención fue la de Paula Gaitán, quien expuso sobre actrices famosas que además de cine hacen teatro, pues no sabía que, por ejemplo, Carmen Machi hacía teatro. También me gustó mucho la de mi compañera de blog, Paula Segovia, quien aunque al principio estaba insegura, tenía una exposición muy interesante sobre la relación entre el cine y el teatro. La exposición de los musicales, de Sofía, me gustó mucho también. En general, creo que las exposiciones salieron muy bien y mejoraron mucho también. Espero que las próximas exposiciones o dramatizaciones salgan así de bien. 





10 feb 2023

Carrie-Stephen King - Semana 5

 “La impresión general hace pensar en un pueblo que espera la muerte. En estos días, no basta decir que Chamberlain no volverá a ser el mismo. Decir simplemente que no volverá puede estar más cerca de la verdad.”


Una de las películas más populares en Halloween es la famosísima “Carrie”, un filme de Brian de Palma que revolucionó el género del terror allá por 1976. Esta película, basada en la increíble novela de Stephen King, fue lo que le permitió el salto a la fama. A pesar de ser su primera obra publicada, no fue la primera que escribió. Incluso desechó la idea al principio, hasta que su mujer, Tabitha, rescató las primeras páginas aplastadas de la basura. 

Esta novela, intercala la narración convencional de la historia con documentos falsos que sitúan a Carrie White como la responsable de la destrucción del pueblo de Chamberlain, Maine. Añade cartas, informes sobre el desastre, sobre la telequinesis, e incluso relatos de los supervivientes al desastre, manteniendo al lector pendiente de la trama mientras le muestra versiones diferentes de la misma historia. Esto personalmente me llamó la atención muchísimo, haciendo que continuara el libro sin descanso hasta que lo terminé.

Carrie White, una estudiante de instituto que siempre sufrió burlas constantes por su ropa y su manera de actuar, tiene su primera regla mientras se daba una ducha tras la clase de educación física. Ella, que no entendía lo que ocurría ya que nunca se lo habían explicado, se asusta y piensa que se está desangrando. Sus compañeras comienzan a burlarse y lanzarla compresas y tampones. Tras ser castigadas, una de las chicas, Chris, se niega a cumplir el castigo, por lo que se la impide participar en el baile de graduación, mientras que Sue siente remordimientos y se ofrece  a ser amiga de Carrie. El acoso que recibe no termina cuando sale del instituto, ya que su madre es una fanática religiosa que la maltrata también. Mientras tanto, Carrie va descubriendo sus poderes telequinéticos y Sue la empareja con su novio, Tommy. Mientras tanto, Chris y su novio comienzan a urdir un plan para estropear completamente la noche de Carrie. Esta escalofriante historia te mantiene en vela, queriendo saber constantemente qué pasará después. Además, el maltrato a Carrie por su propia madre y el bullying que recibe en el instituto generan una impotencia increíble. Es por eso que la recomiendo mucho, pues personalmente me pareció increíble y muy llamativa. Considero que, aunque quizás no sea la mejor obra de este autor, es, sin duda, mi favorita de las que he leído.



6 feb 2023

Ana la de Tejas Verdes - Semana 4

  “Hay un montón de Anas distintas dentro de mí…Si fuera siempre una sola Ana sería mucho más cómodo, pero también mucho menos interesante”.



En esta entrada, vengo a hablar de Ana la de Tejas Verdes, una obra de Lucy M. Montgomery, publicada por primera vez en 1908. La historia se centra en Anne Shirley, una niña huérfana que aparece en casa de Matthew y  Marilla Cuthbert, dos hermanos que viven en Tejas Verdes. En principio pretendían adoptar un niño para que les ayudara con la granja a trabajar, pues en el libro se muestra una visión propia de la época, en la que los hombres hacían trabajos diferentes a los de las mujeres. Comienza con Matthew, quien va a la estación en busca del niño que supuestamente habían adoptado, hasta que se encuentra con Ana. Tras considerarlo un rato, decide llevar a Ana con él, pues tampoco pensaba dejarla allí sola. Durante el trayecto, la personalidad imaginativa y habladora de Ana va floreciendo a medida que se van acercando a la casa, mientras ella le pone nombres fantasiosos a todos los lugares por los que pasan e imagina historias, Matthew la escucha atento, respondiendo a sus preguntas intermitentes. A pesar de esta alegría y grandísima imaginación, Ana no ha tenido una infancia sencilla. Al ser huérfana fue trasladándose de casa en casa hasta que volvió de nuevo al orfanato. Se ve cómo se va desarrollando el personaje mientras crece, acude a la escuela, hace amigas y conoce a su “alma gemela”, como lo llama ella, Diana Barry. Aunque a muchos les parece una niña un tanto pesada ya que no para de hablar, a mí me parecen muy interesantes sus reflexiones, y con ellas demuestra su capacidad imaginativa y su increíble inteligencia y pensamiento crítico. (También puede ser que a mí no me parezca pesada porque yo de pequeña era muy similar jajaja). Aunque este libro suele ser recomendado para el público infantil y como mucho juvenil, yo lo recomendaría leer a cualquier edad, ya que me parecen tremendamente interesantes las enseñanzas que transmite, además de que es muy bonito, pues realmente te encariñas con la protagonista.

Cuenta con tres adaptaciones al formato serie, una de ellas en Netflix, llamada "Anne with an E" que varía un poco el argumento; y otra de ellas animada.



“No puedo imaginarme la casa sin ella. No me mires como diciendo <<ya te lo dije>>...Reconozco que me alegro de haber consentido que se quedara, y que cada día que pasa le cojo más cariño, pero no me lo eches en cara, Matthew Cuthbert”


4 feb 2023

El teatro y el cine; parecidos y diferencias - Exposición - Semana 3

    El teatro es un género literario en el que se suele contar la historia de unos personajes mediante diálogos, el cual está constituido por obras destinadas a ser representadas, además de ser una de las actividades culturales y artísticas más antiguas que se conoce de la humanidad. Su origen surge en Atenas, Grecia, con el fin de mostrar celebraciones religiosas o políticas a la ciudadanía, a parte de su arte y entretenimiento.

    Y como a todos nos ha quedado claro: cualquier obra teatral escrita está hecha para ser representada. Viniendo desde la propia palabra “drama” (porque las obras de teatro son dramáticas) procede del griego (δράμα) significa acción, actuar. Básicamente, la esencia del teatro radica en la acción, viéndose una serie de secuencias que serán ejecutadas por uno o varios personajes, de ahí que estos intérpretes sean llamados actores.


Por otro lado, el cine se suele definir como el arte que representa una historia a través de diversas herramientas y técnicas audiovisuales, consistiendo en la proyección de miles de fotogramas de forma rápida y sucesiva, causando la impresión de movimiento o bien mostrando un vídeo. De hecho es considerado el séptimo arte.


    Además, cuando hablamos del cine y su nacimiento nos referimos a la fecha del 28 de diciembre de 1895, cuando los hermanos Auguste y Louis Lumière proyectaron sus

primeras películas en el llamado Salón Indio del Gran Café de París. Su intención fue crear una nueva forma en la que expresarse a través de imágenes usando nuevas técnicas de producción.


    Obviamente en esta época refiriéndonos a lo que nos suena del cine en blanco y negro, de bastante baja calidad y ni siquiera con sonido, con ciertos diálogos entre las escenas, como ocurre en The Crowd de King Vidor. Y desde estos principios pues el cine seguiría avanzando hasta nuestros días, desde una cámara súper básica que inventaron hasta que se incluyó el color, el audio, la animación, y muchísimos más cambios, revolucionando la industria cinematográfica como la conocemos.


    En general, como bien se dice respecto al este caso el cine: una imagen vale más que mil palabras.


Seguidamente, hablando sobre el campo de la interpretación, este punto deberíamos dárselo como más complicado al teatro por ciertas razones. Lo primero, es que al contrario del cine, los actores y actrices de teatro están actuando en vivo y en directo para un público, por lo tanto tienen que interpretar la obra de principio a fin, ayudando esto al impulso dramático, y dependiendo de sus actos pero es un trabajo increíble el memorizar todos los diálogos y demás. Aparte de dada la ubicación de la audiencia, en el teatro, no queda más que a unos pocos metros de distancia del escenario y entre el público. ¿Y qué causa esto a los actores? Pues obviamente que se entienda con claridad, su voz, sus movimientos y demás, porque aunque no lo parezca tienen que actuar siempre para la última fila. 


    Y esto lo diferenciamos muchísimo con el cine, ya que sus escenas no se graban por orden, lo que hace que no haya sentimientos acumulados. Aparte de ser presentada por todo un mecanismo, no tanto como una ejecución artística. Además, el cine presenta una imagen mucho más definida y detallada, por lo cual, las expresiones faciales y sobre todo los ojos, los movimientos que hagan los actores son importantísimos para los primeros planos. Y en cuanto a la voz, pues será muchísimo más natural que en el teatro.