29 abr 2023

La décima Musa - Safo de Lesbos

"Tú, la de hermoso rostro, comparable

al de una diosa..."


Definida como “la décima musa” por Platón, Safo de Mitilene fue una poeta griega muy relevante para la literatura universal. De su obra solo se conoce una parte, se estima que menos de un diez por ciento.

Nacida en la isla de Lesbos y en el seno de una familia noble, Safo fundó una academia en la que educaba a las jóvenes nobles en materias como recitar poesía, confeccionar coronas de flores, etc; o según otras interpretaciones, era una asociación religiosa en honor de Afrodita. La academia se bautizó como ”La Casa de las servidoras de las Musas”, y según se lee en los poemas de Safo, ella se enamoraba y mantenía relaciones sexuales con algunas de ellas, convirtiéndola en un símbolo de amor entre las mujeres. Su obra se almacenó en la biblioteca de Alejandría en nueve libros, hasta que el papa Gregorio VII ordenó quemarlos por considerarlos inmorales. Escribió en dialecto eolio y creó la estrofa sáfica. Sus temas principales eran el amor y sus sentimientos, hablando de lo que despierta el amor en el ser humano, celos, pasión, decepción, alegría, rivalidad, etc. El único poema que nos ha llegado completo es el “Himno en honor a Afrodita”, una súplica dirigida a la diosa para conseguir el amor de su amada. En el primer poema que leímos en clase, vemos una posible división en tres partes, la primera en la que describe las emociones que siente por su amada, comparándola con lo divino. En la parte central nos cuenta cómo se le anulan los sentidos cuando ve a su amada. Por último en la tercera parte observamos una elipsis en “Llegaste, lo hiciste y yo te deseé ardientemente/ y helaste mi corazón, encendido en deseo”, donde Safo habla directamente a esa persona, y se “deja a la imaginación”. También observamos una contraposición entre helada y ardiente. Durante todo el poema, Safo habla sobre el deseo, y es ella la primera en hablar de manera explícita del deseo erótico, siendo el poema entero un caso de lírica pura.


Cabe destacar su increíble trascendencia,  influenciando a poetas antiguos latinos como Catulo, quien utiliza la estrofa sáfica o incluso a autores como Luis de Góngora cuando a partir del siglo XVI el endecasílabo comenzó a utilizarse como estrofa independiente. Durante el Romanticismo las escritoras románticas se escudan en ella para validar la autoría femenina, y durante el siglo XX se la utilizó como modelo de concisión propia del imaginismo.