"Ser o no ser, esa es la cuestión"
Quién no ha oído esta icónica frase en algún momento de su vida, pues bien pertenece a una de las obras trágicas más conocidas, escrita por el mismísimo William Shakespeare a principios del siglo XVII. El dramturgo inglés creó la obra dividida en cinco actos diferentes pero todos centrados en un mismo personaje y trama; Hamlet. Él es un joven príncipe danés que finge estar loco para poder vengar la muerte de su difunto padre, el antiguo rey de Dinamarca. Según avanza, se descubre que el hermano de Hamlet, Claudio, es quien asesinó a su padre, así obteniendo el trono junto a su madre viuda, Gertrudis, quien también le tomó por loco y dejó de interarse en su hijo. Pero... ¿qué es lo que le hace "estar" loco? ¿lo está de verdad? Esta incertidumbre se extenderá al lector y su propio razonamiento, sin embargo, al parecer, desde hace muchas noches ya, el fantasma de su padre se pasea por el castillo desolado, hasta que Hamlet se reencuentra con él, rogándole que se vengue hasta la muerte por su asesinato, además, es el único que parecer poder ver su presencia, y por más que intente demostrarlo nadie le cree porque no lo pueden ver. A partir de estos hechos, Hamlet diseñará un plan para cumplir con la palabra de su padre, como última hazaña.
Esta famosísima obra se llevó al escenario desde sus primero comienzos allá entre 1598 y 1601, y más adelante hasta hoy en día sigue siendo una obra muy taquillera, ya por sus adaptaciones en ópera, cine, televisión, literatura y teatro.
Respecto a su lenguaje y estilo en la que está escrito se debería decir que está escrita en verso casi en toda su totalidad, aunque en otras ocasiones nada más que la prosa está presente. También suele considerarse muy reflexiva ya por los soliloquios "filosóficos" de Hamlet, tal como hemos empezado esta entrada, su monólogo más reconocido: "ser o no ser", el cual nos plantea si Hamlet consiguió verdaderamente atravesar la barrera temporal, y una frase en la que Shakespeare dará a enterder la eterna representación de la duda y la desesperación del ser humano.
Sin duda, Hamlet es una de las mejores obras jamás escritas, de las más clásicas con los temas más controversiales e importantes de la vida, como son la venganza, la hipocresía, la muerte, la razón y la locura.
"Ser o no ser, he aquí la cuestión. ¿Que es más elevado para el espíritu, sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna o tomar armas contra el piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? Morir…, dormir; no más ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y al los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible! ¡Morir… dormir, tal vez soñar! ¡Si, ahí está el obstáculo! Pues es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevivir en ese sueño de la muerte, cuando nos hayamos liberado del torbellino de la vida.
¡Esta es la reflexión que da tan larga vida al infortunio! Pues ¿Quién soportaría: los ultrajes y desdenes del mundo, los agravios del opresor, las afrentas del soberbio, los tormentos del amor desairado, la tardanza de la ley, las insolencias del poder y los desdenes que el paciente mérito recibe del hombre indigno, Cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete?
¿Quién querría llevar tales cargas, Gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, Sino fuera por: Temor a algo tras la muerte, la ignorada región de cuyos confines ningún viajero retorna, temor que desconcierta nuestra voluntad y nos hace soportar los males que nos afligen antes de lanzarnos a otros que desconocemos? Así la conciencia nos vuelve cobardes a todos y así el primitivo matiz de la resolución desmaya con el pálido tinte del pensamiento, y las empresas de gran aliento o importancia, por esa consideración, tuercen su curso y pierden el nombre de acción.
Pero… ¡la hermosa Ofelia! Graciosa niña, espero que mis defectos no serán olvidados en tus oraciones."