“¡Dios mío! -pensó-. ¡Qué profesión tan dura he elegido!...”
Aquel día, aquella mañana en la que Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto, eso fue lo que exclamó. Tumbado sobre su espalda dura y con forma de caparazón podía ver su vientre dividido por partes duras con formas similares a un arco y su gran número de patas. Mientras se preguntaba qué le habría podido ocurrir, observaba su habitual habitación y sus enseres. Realmente no se estaba dando cuenta de lo ocurrido, en ese momento en la cabeza solo le entraban problemas sencillos y mundanos, como el trabajo, las deudas que debía pagar, etc, pensando que, realmente todo se trataba de un sueño.
En esta obra, Kafka trata temas tales como los conflictos entre padres e hijos, la ansiedad, el existencialismo, la filosofía de lo absurdo, la culpa; y se considera una de las novelas pioneras en la simbiosis entre el realismo y la fantasía. Publicada en 1915, en esta novela se narra la historia de Gregorio Samsa, quien se descubre a sí mismo transformado en un insecto una mañana. En el fragmento leído y comentado en clase, encontramos este comienzo llamativo que atrae nuestra atención completamente. Además, este personaje, no parece realmente preocupado por esto, quizá porque cree que es un sueño. Aunque este suceso podría llevarnos a pensar que el personaje nos está engañando, no está narrado en primera persona, sino por un narrador externo. A pesar de lo que podría parecer con este inicio, esta obra no es de terror ni nada por el estilo, sino que es una novela existencial, tratando la existencia del ser humano.
Como se ve en el fragmento, Gregorio aún se encuentra en su habitación solo, de manera que no podemos ver como el resto de la gente lo afronta. El autor utiliza un estilo indirecto libre, que podemos ver en el último párrafo, una técnica que comenzó en Francia. Además, otro elemento añadido, es la intercalación de los pensamientos del personaje en la narración.