El otro día, viernes 18 de noviembre, tuve mi segunda exposición de literatura universal. En mi opinión he mejorado bastante, pues no me he puesto tan nerviosa como la otra vez, aunque también tiene que ver con que ya conozco mejor a la clase y estoy más tranquila. Esta vez no improvisé nada, la verdad es que creo que me lo preparé bien, estuve una semana antes redactando la exposición completa, preparándome un esquema e incluso me leí algún resumen de algunas de las partes en las que se dividía la novela. Ahora que lo pienso, aún no he dicho de qué obra hablé. Hablé de “En busca del tiempo perdido” una obra de Marcel Proust a la que además le dediqué una entrada diferente, para separar la información de la novela y el contenido de mi exposición de mis impresiones tras ella. En resumen, creo que todos hemos mejorado bastante en esto de las exposiciones, pues casi nadie necesitó ayuda de Luisa para tranquilizarse y pienso que mis compañeros y compañeras lo hicieron bastante bien. Si soy sincera, hubo compañeros que lo hicieron tan bien que hasta me apunté los nombres de sus novelas para leerlas más tarde. Incluso Sofía y David, dos compañeros de clase, hicieron fotocopias para todos relacionados con sus novelas.